LA OSCURIDAD LUMINARIA

Viviendo esta maldita vida que te planean, porque, como todos sabemos: la vida no la planifica uno, sino que te la diseñan. Desde que nacemos nos ponen un número, y te dan un lugar como... ¨ciudadano¨. Te asocian, por la fuerza, a la escuela. Lugar execrable, donde somos expuestos a todos los traumas que provoca la sociedad dictadora de por sí, como ser burlas, discriminacion, hasta indiferencia de parte de tus compañeros. Así es que nos acostumbramos a bajar la cabeza cuando nos acusan falsamente por nimiedades. Te preparan para la sociedad. El unico estadío libre que tiene el ser humano es la niñez, donde preguntamos todo y nos desempeñamos por nuestro instinto, pero aun asi la realidad nos convence con caer. Nada tiene respuesta, y nuestros instintos tienen que ser inhibidos. Es mas, la escuela crea preguntas que en nuestra mente nunca hubieran pasado y nos da la respuesta de cosas absurdas.
Luego, ya mas grande en la adolescencia, salis y descubris esos lugares magicos, como la esquina o los bares, que te acompañaran en esa busqueda necesaria en este caos sistematico, por el resto de tu vida. Algunos prefieren seguir con la rutina, y no salir. Pero, tarde o temprano, todos explotamos. Solo los que tienen el cerebro higienizado y son perfectas marionetas de este sistema, se quedan en su vida mediocre. Es decir, el bar o la esquina son los lugares donde descubris tus pares, a los cuales les encanta patear el estomago del conformismo, y reirse de los disfraces que utilizan los verdaderos sentimientos para ser sutiles. O sea, logran desnudar la realidad. Y la mejor amiga para todo eso principalmente, es la noche que llega y desintegra el inmundo sabor de la rutina, abriendole paso a los verdaderos hermanos, los que la sociedad margina, por no querer ver que todo lo malditamente construido fue un fracaso. Gracias a la noche, podemos vivir este inutil pasar que te obliga a reservar, a traves de un trabajo y un voto, un lugar en el cementerio. Porque, como decia, desde que nacemos nos ubican por un número. La noche paradojicamente con su oscuridad ilumina la maldita maquinaria que el dia tapa con su funcionamiento. A traves de un vaso, se ve todo y la aventura de la noche lo descarna.