miércoles, 27 de mayo de 2009

DERRETIR RELOJES


El tiempo, ese cuento que nos vendieron. Hasta el mismo Stephen Hawking creia en el tiempo: decia que el Big Crunch (la antinomia del Big Bang) se daria cuando el universo, siendo finito en esta teoria, alcance su limite y todos los elementos vuelvan hacia atras para colisionar, haciendo retroceder de la misma manera el tiempo. ¿Como? ¿Que el gran investigador de los agujeros negros se equivoco? Si, a pesar de haber ideado teorias espeluznantes y admirables.
¿Cuantas veces hay que decirlo? El tiempo no existe, los hechos van sucediendo transitoriamente, no estan signados por un numero. El tiempo es otra de las medidas impuestas por el sistema autoritario innato del ser humano, pasando por los relojes de arena, de sol, a cuerda, para que (como siempre) se vea satisfecha la desigualdad. El trabajo tiene determinada cantidad de horas, el estudio tiene tambien determinada cantidad. Ahora, hasta la vida quieren medir. Se la pasan buscando la manera de calcular el tiempo de vida que nos queda. Esa maldita obsesion que tiene los medicos. Es decir, a traves de estas conjeturas, podemos decir que toda institucion autoritaria se desempeña a traves del tiempo.
No nos damos cuenta, nos imponemos esos limites sin pensar, porque, claro, nos educaron asi. Nacimos en una fecha determinada a una hora con un numero marcado. Asi, el ser humano esconde su impotencia ante la naturaleza y la entropia, haciendo de cuenta que todo esta predeterminado. Por ejemplo: tenemos que hacer un laburo. No lo llamemos asi, un favor como puede ser un dibujo, pero nos imponen un plazo. Uno lo comienza placenteramente (demos por sentado que nos gusta dibujar). Cuando vemos que el tiempo nos acosa, porque no terminamos esa obra, la comenzamos a odiar y quizas mucho peor: empezariamos a odiar el arte de dibujar. Sabiendo que es una de las pocas cosas que nos iguala en la sociedad. Es asi, el tiempo lo destruye todo.
Alguna vez, Enrique Symns dijo que lo unico que esta fuera de tiempo es la noche. Por eso, la marginalidad se desempeña en ese momento. Alli se da la verdadera esencia de la vida, nada esta medido todo se sucede extraordinariamente, haciendo que suenen difonias entre tanta monotonia. El espacio en el que todos dibujamos los relojes derretidos para que luego se rearmen y volver a la muerte en vida marcada.
Imagen de arriba: La persistencia de la memoria - Salvador Dalí

3 comentarios:

  1. Aquí estoy, devolviendo la visita y por supuesto continuaré pasando por aquí también.
    Saludos

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  2. Tal vez quitaria el término "autoritario", no por que el tiempo no lo sea, sino por que ha sido un organizador, al cual seguimos sujetos.
    Está en nosotros no quedar presos de él las 24 hs. y ser fiel a nuestros deseos sin un tiempo que lo marque, cuando uno hace lo que le apasiona, solo transcurren los hechos, uno tras otro, sin conciencia de minutero. Ese es un espacio de placer en perfecta conexión con uno.
    Impecable Simns,en la noche todo sucede extraordinariamente. Así es. Amo lo que sucede en las noches, y lo que sucede siempre es hacer lo que realmente siento.

    Me gustan tus entradas Ana. Un placer.

    Magah

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  3. excelente ana, sin palabras, la noche nos ampara...

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